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En un mundo donde el dinero está en constante movimiento, es normal querer invertir. Sin embargo, es importante elegir tus “batallas” y solamente invertir en aquellos proyectos que puedas apoyar y para los cuáles realmente tengas la paciencia. En este artículo hablaremos sobre los distintos tipos de inversionistas y te ayudamos a encontrar cuáles son tus cualidades como inversionista.
¿Qué significa invertir?
Las inversiones asumen que tienes una cantidad de dinero en mano, que no forma parte de tu presupuesto mensual, que se asignará a proyectos ideados para obtener una ganancia. Algunas inversiones se pueden hacer a un plazo relativamente corto, como depósitos bancarios o compra de bonos soberanos, mientras que otras requieren estrategia, atención y paciencia, teniendo una evolución a largo plazo.
En otras palabras, una definición de inversión es que un beneficiario destina una cantidad de dinero a un proceso financiero con el objetivo de generar una ganancia. Pero esto requiere considerar cuidadosamente las opciones, posiblemente estudiar algunos libros sobre cómo invertir en la Bolsa y capaz una charla con un consejero financiero, que pueda identificar los mejores proyectos en los cuales invertir.
¿Cómo descubrir qué clase de inversionista eres?
Si deseas descubrir qué tipo de inversionista eres, la primera medida que tienes que tomar es medir tu “apetito” por la adrenalina y tu capacidad de permanecer tranquilo, incluso en las situaciones más difíciles. Esto también correlaciona con tus preferencias de inversión, ya que pueden ser clasificadas según su grado de riesgo, de la siguiente manera:
Inversiones de bajo riesgo
Esta categoría incluye esos tipos de inversiones que ofrecen la garantía de recuperar tu capital inicial, con interés. Los bonos soberanos son una de las formas más simples y menos riesgosas de inversión porque son emitidas por el gobierno, y el gobierno tiene una chance relativamente baja de declarar bancarrota.
Las compras de propiedades inmobiliarias son también inversiones muy poco arriesgadas, que demuestran ser estables especialmente en el contexto de la compra al contado y si es alquilada subsecuentemente.
Inversiones de medio riesgo
Las inversiones en cuentas de ahorros y los depósitos bancarios, de las cuales nunca puedes estar seguro, se incluyen en esta categoría. Básicamente, mientras que es casi imposible que un gobierno se declare en bancarrota, un banco es más probable que lo haga. Así que hay un riesgo de no poder recuperar tu inversión, o solo poder recuperar una parte.
Inversiones de alto riesgo
Las acciones en el mercado bursátil, al igual que el comercio en FOREX, entran en esta categoría ya que están sujetas a cambios en tiempo real de índices y valores. Estos métodos de comercio requieren tiempo y paciencia, y no una inversión apurada sin un plan bien establecido.
En esta categoría también están las criptomonedas que, aunque fascinan a todo el mundo, son una forma de inversión altamente volátil. Una comprensión muy buena de los conceptos es necesaria para asegurarse que las decisiones tomadas sean las correctas.
Conocer estos detalles hace que sea muy fácil entender qué clase de inversionista eres. Tu puedes ser un inversionista pasivo, que espera que las cosas avancen sin intervenir en el proceso, o puedes ser un inversionista activo, que mueve cantidades de dinero, que compra barato y vende caro en la bolsa y vive para disfrutar de la adrenalina del momento.
Pero cuando haces tu perfil de inversionista, también debes pensar en el aspecto financiero. Eres un inversionista conservador si asignas presupuestos de prueba o cantidades muy pequeñas, y si tienes presupuestos muy grandes, eres un inversionista agresivo. Esta clasificación no debe llevarte a invertir más de lo que ya lo haces, sin considerar los riesgos que esto puede conllevar. Por un lado, si eres un inversionista que asigna cantidades pequeñas, sabrás que tu dinero está seguro o que no sufrirá si lo pierdes. Por otro lado, sin embargo, las inversiones grandes son también las que traen la tasa más alta de ganancias, por lo que si eres uno de estos inversionistas, sin duda te vas a sentar a la mesa de inversión habiendo hecho tus deberes de investigación.
Tipos de inversionista - conclusión
Ser un inversionista también implica un gran grado de responsabilidad, por lo que se recomienda que analices cuidadosamente tus opciones y tu personalidad en términos de dinámica monetaria. Según los especialistas, hay varias categorías principales de inversionistas:
Inversionistas defensivos e inexpertos - estas personas le tienen miedo a los riesgos, no tienen un conocimiento profundo en el campo y prefieren mantener el dinero "bajo el colchón" por miedo a perderlo.
Inversionistas analíticos - son personas que analizan a fondo el mercado y les resulta difícil realizar grandes inversiones por períodos superiores a un año. Estos inversionistas no exceden la barrera de riesgos mínimos, por la misma razón de no querer perder el dinero o parte del mismo.
Inversionistas equilibrados - que analizan muy bien el mercado y que invierten de forma equilibrada sin agotar por completo sus ahorros. Estas personas prefieren invertir su dinero en proyectos estables, con períodos de implementación entre 3-5 años.
Inversionistas activos: son personas que siempre buscan nuevas ideas en las que invertir. El apetito de esta gente está dirigido a inversiones a largo plazo, y por esta razón les asignan cantidades de las que pueden prescindir, y no las revisan constantemente, sino que dejan el dinero “crecer” por 5 o incluso 10 años.
Inversionistas dinámicos - son inversionistas que están en la actividad continua de invertir. Invierten cada mes y reinvierten las ganancias, son personas que conocen muy bien el ecosistema del entorno empresarial y financiero y piensan en inversiones con resultados a largo plazo, a más de 10 años.
Para descubrir qué clase de inversionista eres, es necesario ser honesto contigo mismo y contestar a algunas preguntas:
¿Durante qué periodo estás dispuesto a invertir?
¿Cuánto estás dispuesto a invertir?
¿Cómo te sientes sobre no tener acceso a tu dinero, sino dejarlo en un circuito dinámico de inversión?
¿Cómo imaginas tu vida (y tu bolsillo) en los próximos años?
¿Qué tipo de ganancias quieres obtener?
¿Dispones de una estrategia financiera en caso de que pierdas o ganes dinero?
¿Tienes un presupuesto mensual?
Si te sientes cómodo con la idea de invertir, entonces todo lo que tienes que hacer es analizar tu perfil de inversionista y decidir dónde es mejor poner tu dinero. Solo invirtiendo el dinero puedes comenzar a generar ingresos pasivos.
Emil utiliza su experiencia para marcar una diferencia en el sector financiero. Estudió en la Universidad de Dinamarca del Sur y ha sido gerente general de Intelligent Banker desde 2013, donde ha ayudado a más de 500.000 usuarios de todo el mundo con sus necesidades financieras.