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La edad adulta conlleva muchas responsabilidades, y algunas de las más importantes son financieras. Desde el momento en que uno tiene la edad legal para ingresar a la fuerza laboral y ganar su primer sueldo, es importante saber cómo administrar los ingresos de manera efectiva, porque los errores financieros en la juventud pueden tener un gran impacto en la vida adulta.
Estos son los errores más comunes y cómo evitarlos.
1. Falta de educación financiera
En el 2021, el INEGI realizó la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, y los datos revelaron que el 67.8% de los encuestados tenían algún tipo de producto financiero formal.
Y solo el 66.6% de la población encuestada lleva un registro de sus gastos o los de su hogar.
Mientras que algunos argumentan que la educación financiera es responsabilidad de las escuelas e instituciones educativas, hay otros que opinan que este tema es responsabilidad de los padres y las instituciones financieras del país. Sin embargo, una cosa es segura: la falta de educación financiera puede tener un gran impacto negativo en la vida adulta. Por eso, para administrar tus finanzas personales de manera responsable, no olvides darle importancia a la educación financiera.
Afortunadamente, esta se puede adquirir de diversas formas: cursos, seminarios, libros y sitios web especializados. Por lo tanto, con tantas fuentes a la mano, se convierte en la responsabilidad de cada uno educarse financieramente para un futuro más seguro.
2. No contar con un fondo de emergencia.
Un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reveló que los hogares de bajos ingresos son los más afectados por la inflación cuando se trata de lograr un margen de ahorro.
Debido a que la vida es impredecible, con desafíos a cada paso, es importante configurar un fondo de emergencia, es decir, una cantidad de dinero que ahorras en un período de tiempo determinado para poder utilizarlo en situaciones de crisis.
Ya sea que uno esté lidiando con una situación médica, haya perdido su trabajo o su coche necesite reparaciones, es bueno tener un presupuesto que se pueda usar para mitigar el impacto negativo tanto como sea posible.
Se recomienda que el fondo de emergencia sea igual a 3-6 salarios mensuales, por eso, cuanto antes empieces a construirlo, antes tendrás la manera de cubrir los gastos necesarios en caso de emergencia.
3. No tener un presupuesto claro
Un plan de administración de presupuesto bien establecido puede ayudarte a evitar gastos innecesarios y ahorrar dinero para un futuro más seguro. Una solución puede ser el método 50/ 30/ 20. Este es un método financiero que puedes implementar mes a mes para administrar tu presupuesto de manera inteligente. Esto es lo que implica:
El 50% de tus ingresos se destinará a gastos básicos, tales como pago de renta o hipoteca, pago de servicios públicos y de alimentos;
El 30% de los ingresos se destinará a deseos, como la compra de ropa de moda, salir con amigos o adquirir los últimos gadgets;
El 20% de los ingresos se destinará al ahorro. Para protegerte de la devaluación del dinero con el paso del tiempo, puedes depositar este dinero en una cuenta de ahorro o en un depósito a plazo fijo.
4. No contratar un seguro
El seguro puede tratarse como un medio de protección contra pérdidas financieras, o un método para reducir la incertidumbre, a cambio de una cierta cantidad de dinero que se paga cada mes. Aunque existen seguros obligatorios que tienes que pagar cuando tienes un coche o una vivienda, también tienes la posibilidad de optar por seguros opcionales, para un plus de seguridad.
En materia de movilidad, además del seguro obligatorio, puedes optar por un seguro a todo riesgo que cubre todos los daños a tu vehículo, independientemente de que seas tú quien provoque el accidente o no. Cuando hablamos de seguros de hogar, existen pólizas opcionales que cubren gastos ocasionados por inundaciones provocadas por vecinos, robo o vandalismo.
Al mismo tiempo, no olvides cuidar de ti y de tu salud. Puedes optar por un seguro de vida y salud, que cubre los gastos incurridos en caso de enfermedad, accidente de trabajo u otros incidentes que puedan poner en peligro tu vida.
5. No pagar los préstamos a tiempo
Los préstamos son la principal vía para obtener la financiación necesaria para cubrir determinadas necesidades. Si actualmente tienes un préstamo activo o estás pensando en acceder a uno, no olvides de siempre realizar la devolución de las cuotas a tiempo.
En la mayoría de los casos, a partir del primer día de retraso se calculan los intereses moratorios. Cuando uno supera un determinado número de días de retraso puede conllevar la iniciación de procedimientos de cobro de deudas a través de entidades especializadas en la materia. Entonces, cuando optes por un préstamo, no olvides que representa una responsabilidad a largo plazo que tienes hacia la institución crediticia. Paga tus cuotas a tiempo y no tendrás sorpresas desagradables.
Todos estos errores financieros se pueden evitar a los 30 años cuando uno ya está debidamente informado y tiene una buena base de educación financiera. ¡Implementa los métodos correctos para ti y procura un futuro económico mucho más estable!
Emil utiliza su experiencia para marcar una diferencia en el sector financiero. Estudió en la Universidad de Dinamarca del Sur y ha sido gerente general de Intelligent Banker desde 2013, donde ha ayudado a más de 500.000 usuarios de todo el mundo con sus necesidades financieras.